16 de enero de 2012

Algunos criterios para comer mejor



Según las leyes de la polaridad energética universal podemos observar que lo yin y lo yang se buscan mutuamente. Y es esta atracción de lo yin por lo yang, y viceversa,la que responde a una búsqueda de equilibrio y armonía. Y que es además, la que debería guiar nuestra alimentación.
Como ya comentamos en un articulo anterior, (click aquí para consultarlo), debemos observar lo que nos revela nuestra dentadura. La dentadura de cada clase de animal responde a sus necesidades alimenticias y biológicas. Cada especie está programada biológicamente y tanto su dentadura como su aparato digestivo han evolucionado para adaptarse lo mejor posible al tipo de alimentación propio de la especie. Por poner un ejemplo, la dentadura de un depredador, es decir, de un carnívoro, está compuesta principalmente por piezas afiladas y cortantes, con la finalidad de poder desgarrar con facilidad la carne. La dentadura del humano consta de 32 piezas, 20 de la cuales son molares y premolares- es decir, piezas planas destinadas a moler-, 8 incisivos- piezas especializadas en cortar-, y las 4 restantes son caninos- piezas puntiagudas que sirven para desgarrar-.
Hablando en tanto por ciento, la cosa quedaría así:
  • El 62,5%  de nuestra dentadura es para moler.
  • El 25% está destinado a cortar.
  • El 12,5% está destinado a desgarrar.
Estos datos nos dan una idea de la proporción de los distintos alimentos que deberíamos consumir. Una dieta estándar debería estar compuesta de un 62% de cereales, legumbres y semillas, un 26% de frutas y verduras y un 12% de proteína, aproximadamente.
Hay que tener en cuenta que según los individuos, los colmillos y otros dientes pueden ser más o menos afilados o plano, lo cual podría ser un indicativo de su mayor o menor necesidad de proteína animal- estas diferencias las encontramos si por ejemplo comparamos las dentaduras de un esquimal y la de un caribeño.

Si observamos la historia de la humanidad, podemos observar que siempre se han tenido más en cuenta los cereales, por supuesto integrales, que cualquier otro alimento, por lo que podemos pensar que desarrollan un papel fundamental en nuestra alimentación. Han sido alimento básico de muchas grandes civilizaciones: la cebada  en la antigua Roma, el arroz en China, el trigo en Egipto, el maíz en los imperios Maya  y Azteca, el mijo en los conquistadores españoles, etc. Además, en muchos casos, las personas más "evolucionadas" espiritualmente se han alimentado mayoriariamente de granos y verduras.
Otro criterio fundamental a la hora de determinar cúal debe ser nuestra dieta es el que se deduce de la definición de salud. La salud no es ni más ni menos que la capacidad del organismo para adaptarse al medio que le rodea. Si uno se adapta al medio físico, climático, socia familiar, laboral,etc, en el que vive, gozará de una buena salud física y mental. Si no lo hace, enfermará física, mental o espiritualmente.
Por lo tanto debemos preguntarnos: ¿Qué es alimentarse?
Alimentarse es ingerir y asimilar elementos del medio en el que estamos inmersos para adaptarnos mejor a él. Podríamos decir que para amoldarnos a nuestro entorno, nos lo comemos. O visto de otra manera, si queremos amoldarnos a nuestro entorno óptimamente, debemos adecuar nuestra dieta a lo que él nos ofrece, sin olvidar nuestras características individuales.



Resulta lógico que nuestra alimentación se base en productos de la zona en que vivimos y de la estación en que estemos. Podemos decir con casi total seguridad, que la globalización del mercado ha hecho que este principio básico se rompa, y que acabemos consumiendo productos que no son ni tan siquiera de nuestro continente, con el  consiguiente desequilibrio alimenticio y de salud.

Cuando tomamos alimentos de otros lugares del mundo, debemos procurar que sean siempre propios de zonas que por lo menos pertenezcan a nuestro hemisferio y que cuenten con un clima lo más similar posible al de la región donde nosotros vivimos. Si vivimos en España y tomamos regularmente fruta tropical, nuestro nivel de energía bajará y deberemos consumir, de forma habitual también, alimentos muy contractivos para compensar, lo cual a medio o largo plazo nos va a acarrear problemas al no ser ésa una forma natural de buscar el equilibrio dietético.




0 comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos, opina o pregunta lo que quieras!!
¡Háznos saber qué te ha parecido!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More