Estudios realizados en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, ponen de manifiesto que no hay relación tan directa como nos creemos, entre el exceso de calorías de la dieta y la obesidad. Depende de dónde provengan esas calorías. A igual cantidad de calorías, engordan más las grasas que los carbohidratos, además de almacenar menos calorías extra, favorecen el gasto energético y la grasa corporal se reduce.
Estudios europeos recientes( Proyecto CARMEN, Carbohydrate Ratio Management in European National Diets), demuestran que se puede perder peso aumentando los carbohidratos si se reducen las grasas, sin necesidad de disminuir las calorías.
Si hacemos caso de estos estudios, ya no hay por qué preocuparse de mirar cada día en las tablas y pesar los alimentos para "mantener el tipo", bastaría con aumentar el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono y pobres en grasas (cereales, legumbres, pan, verduras, frutas...)y disminuir el de los alimentos más ricos en grasas (mantequillas, margarinas, embutidos, carnes, quesos, salsas, fritos...).