El café,¿tomar o no tomar?

El café es un alimento estimulante, amargo, secante, diurético y con efecto purgativo- nos facilita ir al baño-.
Generalmente se usa para estimular la digestión y la mente tras una digestión pesada, grasa y con alcohol. Sin embargo el precio que nuestro cuerpo tiene que pagar por esto es carísimo. El café le quita energía a nuestro cuerpo y la lleva a la cabeza. Cada vez que tomamos un café, se consume esencia prenatal del corazón y del riñón, con lo que se sufre de un envejecimiento prematuro similar al que provocan las drogas. Para los que no sepan o no recuerden qué es esto de la esencia prenatal que sigan este enlace donde explicamos más sobre este tema.
En la elaboración del café, se usan pesticidas y herbicidas que no hace falta destacar su peligrosidad sobre nuestro organismo y sobre nuestro planeta. Además, en los cafés descafeinados,- por si alguien pensaba que éstos son la solución para poder seguir tomando café-, se emplean disolventes derivados del petróleo y otros productos químicos.
Asimismo, en el café molido además, los aceites que contienen los granos de café se oxidan con mayor rapidez provocando que se vuelvan rancios.

Sería interesante si tomamos café, que por lo menos fuera de origen ecológico, aunque eso no quita que sea perjudicial para nuestra salud. Aunque se tomen una o dos tazas de café al día, el café aumenta el riesgo de sufrir cáncer de páncreas, sube el colesterol,  aumenta también el riesgo de sufrir infartos de miocardio, cáncer de mama o vejiga en el caso de mujeres cuya alimentación sea rica en carnes y grasas.
Mancha los dientes, provoca insomnio y la cafeína hace que perdamos calcio a través de la orina.
El café, si  se toma durante el embarazo, incrementa de forma notable el riesgo de aborto y las posibilidades de que el bebé nazca con defectos congénitos.
Además afecta a la vellosidad del intestino (villi), dificultando la absorción de calcio y otros minerales.
Los grandes consumidores de café que quieran  reparar su intestino pueden recurrir al té de hoja de ortiga. Se toman dos tazas diarias durante seis semanas y da excelentes resultados.
No son pocos los defectos que causa el café, pero la lista sigue: desde el punto de vista de la medicina oriental, el café afecta a la esencia del corazón, afecta a nuestra capacidad de empatía para con los demás; y no hay que olvidar los males que causan las grandes multinacionales en países pobres donde se cultiva café, en lugar de destinarse a plantar alimentos para acabar con la pobreza y con el hambre de estos países.
Si queremos dejar de tomar café, no debemos hacerlo de golpe porque sufriremos dolores de cabeza o estreñimiento, lo que se recomienda es tomar sustitutivos como el té, y poco a poco,  inclinarse por tomar tés cada vez más suaves y con menos teína; o  el café de cereales (si es ecológico mejor), que nos quita cansancio pero sin exaltar nuestro sistema nervioso ni provocar desgastes en el riñón, el corazón o la sangre,- porque el café es una sustancia acidificante-.
Si dejamos el café y sufrimos de estreñimiento, la solución está en la correcta alimentación, aunque también es recomendable tomar semillas de lino como laxante natural, ya que los laxantes químicos hacen su función pero también nuestro organismo sufre sus consecuencias destrozando la flora intestinal. Así que cuanto más natural todo, mejor nos vamos a sentir y más nos lo va a agradecer nuestro organismo.

Posted in: alimentación consciente,Café,Reflexiones